La medicina osteopática es curativa y preventiva en todos sus aspectos. Pero es en el campo de la atención de los niños y mujeres embarazadas donde su acción es la más espectacular.
El embarazo provoca innumerables cambios en la futura mamá: emocionales, posturales, bio-mecánicos, hormonales, etc…
Estos cambios importantes se producen en un lapso muy corto y, a menudo, se acompañan de trastornos varios como dolores, disfunciones digestivas, urinarias, sexuales y más…
El seguimiento osteopático durante este período permite una mejor adaptación a todos estos cambios, una mejor calidad de vida para la futura mamá y su bebé.
Un buen funcionamiento del aparato músculo-esquelético, del diafragma, del periné permitirá un parto más fácil y una recuperación posterior mejor y más rápida. Al mismo tiempo, el feto recibirá un mejor aporte sanguíneo y una mejor oxigenación, así como la posibilidad de evitar malas posiciones o inconvenientes como una placenta previa los cuales, muchas veces, obligan a una cesárea.
Parto:
La cabeza es la parte más voluminosa del bebé y durante el embarazo y sobre todo el parto, ella queda sometida a fuerzas considerables. Se entiende fácilmente que estas puedan dañar los huesos muy blandos todavía, en su estructura y en su movilidad uno con respecto al otro.
Estos movimientos son micrométricos pero su importancia es determinante para el desarrollo sano del sistema nervioso.
Riesgos originados en el parto:
- Parto prematuro.
- Inducción por goteo que multiplica por 10 la fuerza de las contracciones uterinas sobre la cabeza del bebé.
- Retención del bebé pidiendo a la madre que cierre las piernas.
- Utilización de fórceps o de vacuum.
- Embarazo múltiple.
- Cesárea, compresión del abdomen de la parturiente para “bajar” al bebé.
- Tamaño excesivo del bebé en relación a la pelvis materna, etc…
- Bebés: Síntomas frecuentes en el recién nacido:
- Deformación de la cabeza.
- Un ojo más grande o más bajo que el otro.
- Una oreja más despegada o más baja.
- Bebé que vomita la leche (y/o que llora mucho).
- Bebé que no duerme o duerme demasiado.
- Bebé agitado o, al contrario, que no se mueve.
- Trastornos respiratorios o de la deglución.
- Postura llamativa. El bebé se pone siempre en la misma posición o no le gusta tal otra.
- Bebé que llora cuando se le toca una parte del cuerpo, cabeza, pies, columna vertebral.
- Asimetría en los movimientos de los miembros, etc.
Niños:
Muy a menudo, los adultos padecen trastornos cuyo origen se encuentra en traumatismos provocados durante su nacimiento.
Trastornos que aparecen en la infancia:
- Trastornos del sueño o de la concentración.
- Dificultades de aprendizaje.
- Trastornos reiterados del aparato respiratorio o de los oídos: otitis, bronquitis, bronco-espasmos, falso croup, asma.
- Dislexia, trastornos del lenguaje, trastornos digestivos: vómitos, diarreas, constipación.
- Dificultades a nivel de la motricidad.
- Hiperactividad, hiperkinesia, agresividad, irritabilidad.
- Deformaciones de los pies, de la columna vertebral, etc…
Sus primeros cuidados
Osteopatía adaptada a los bebés y niños.
Con maniobras muy sutiles evaluámos y corregimos alteraciones que se hayan podido producir en su etapa fetal y tras el parto. Muchas de estas alteraciones no son medibles por el pediatra convencional.
Comprobarás como con nuestro tratamiento damos solución a situaciones que dabas por perdidas.
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